Tras pocos días de trabajo con el nuevo entrenador, Héctor Benito, el equipo logró una victoria muy trabajada.
El CD Samper ya puso las cosas difíciles en la ida y no iba a ser menos en la vuelta. Las características del rival eran las siguientes: un bloque muy compacto ocupando el pasillo central, distancia muy corta entre líneas y entre jugadores, buena defensa de área y, sobre todo, mucha ayuda y solidaridad defensiva.
La Meca controló la posesión de balón en casi la totalidad del partido y, aunque rondó el área rival con ocasiones de gol y muchos saques de esquina, no encontró la profundidad en el último tercio del campo como de costumbre y se le atragantó el primer gol hasta el minuto 25. El rival dispuso de una ocasión muy clara en una de las pocas situaciones que pudieron enviar en largo, pero Edu solventó con garantías el uno contra uno dentro del área. Y con ese resultado, como en la ida, al descanso.
Un marcador tan corto es un arma de doble filo, así que el cuerpo técnico trató de explicar a los chicos en el descanso la importancia de seguir dominando la posesión de balón, de evitar transiciones peligrosas, así como aprovechar más la amplitud del campo y buscar la profundidad en todas las acciones para poder disponer de ocasiones más claras de gol.
La segunda mitad se hizo eterna, hasta que en el minuto sesenta llegó el ansiado segundo gol en una jugada iniciada en la balda: un pase filtrado a la frontal del área, acabó en las botas de Dani, que golpeó desde fuera del área con potencia. Ese gol fue un mazazo para el Samper y esa bajada de brazos provocó que la intensidad defensiva se resintiera y permitiera a los chicos de La Meca de Rivas marcar tres goles más.
“Es precipitado sacar conclusiones, pero la actitud y, sobre todo, la ambición de los chicos es lo que más me ha gustado nada más llegar, así que seguiremos trabajando sobre lo que ya está creado gracias al trabajo de Víctor, mejorando y puliendo detalles para conseguir el objetivo”, concluyó Héctor Benito.
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