El pasado sábado dia 17, en una mañana soleada con una excelente temperatura otoñal en las coquetas instalaciones del campo de fútbol de la Poveda, los muchachos de Patricia y Saray se enfrentarían al equipo infantil local en el segundo partido amistoso de la presente pretemporada con el objetivo de ir afinando la puesta a punto de cara al comienzo de la liga. El adversario, equipo que casualmente ha tocado en suerte a los azules en la competición, está encuadrado en el grupo 6 de Primera en la federación madrileña. Buena piedra de toque para conocer el estado de los chicos de la Meca a estas alturas, después de llevar ya un par de semanas de entrenamientos.
Durante la primera parte, los locales parecieron salir más enchufados sometiendo a nuestra zaga a una buena presión, producto de la cual se originaron varios errores que a punto estuvieron de convertirse en tempraneros tantos. Pasados estos momentos de cierto nerviosismo, el equipo se fue asentando al terreno de juego y equilibrando las fuerzas, aunque sin crear claras ocasiones de gol. A falta de pocos minutos para el término de la primera mitad y cuando todo presagiaba que el marcador inicial no se movería, un balón servido al área visitante, es aprovechado por el delantero de la Poveda para enviarlo a la red poniendo en ventaja a su equipo. 1-0.
En la segunda parte, el partido daría un cambio radical. La Meca, en una eléctrica salida, daría la vuelta al marcador en apenas 10 minutos. Pablo R. sería el autor de ambos tantos. El primero de buena jugada personal. Y el segundo, de cabeza a la salida de un córner botado por su tocayo. 1-2. El fulgurante comienzo de los azules daría lugar minutos después a que el choque se equilibrara en el medio del campo, aunque con un mayor aparente control de los visitantes sobre el juego.
La Poveda aprovechó para empatar el partido en un saque de una falta lateral centrada al área y rematada a gol ante la incredulidad de nuestra defensa. 2-2.
El empate espoleó los ánimos de los nuestros, que volvieron a meter una marcha más al partido haciendo valer su superioridad en el último cuarto del partido. Mateo, de magistral lanzamiento de falta directa desde la frontal del área, y después nuevamente de gran disparo en parábola desde dentro del área tras pelear Pacho el balón con un defensa, decantó el choque con un claro 2-4.
El partido acabo con un gol del otro Pablo, quien en una gran jugada personal se fue marchando de todos los defensores que le salían a su paso, llegó a pisar el área y batió por bajo bate al guardameta local cerrando una contundente victoria por 2-5 ante un buen rival.