Por Francisco Javier Sanz Díaz
El fútbol es un deporte muy dinámico, en el que, generalmente, apenas hay pausas significativas durante el partido, por lo que podríamos pensar que las rutinas serían de poca utilidad. Sin embargo, una de las acciones más determinantes suele estar precedida por una gran pausa, el penalti. A continuación, te damos las claves para mejorar tu preparación ante este tipo de situaciones.
A lo largo de la historia, hemos visto a jugadores como Messi, Cristiano Ronaldo o Griezmann fallar penaltis que podrían haber cambiado el transcurso de campeonatos enteros. Estos han demostrado que no es un problema de falta de técnica, ya que han sido capaces de resolver con eficacia otro tipo de situaciones aún más difíciles, por lo que tenemos que ir a factores psicológicos como la presión, miedo al fracaso o desconcentración.
Fallar penaltis es algo inevitable ya que cualquiera puede fallar en un momento determinado o incluso puede aparecer el portero, pero lo que podemos hacer es llevar a cabo una serie de estrategias mentales para aumentar la probabilidad de éxito. Para ello, debemos establecer rutinas, ya que nos permitirá optimizar nuestro funcionamiento psicológico.
Aspectos a tener en cuenta a la hora de establecer una rutina
Utiliza autoinstrucciones: cuando estés en el momento previo al lanzamiento, pensando para ti, cuáles son los pasos que tienes que seguir, ir pensando en ellos a la vez que lo ejecutas.
Visualiza: visualiza en tu mente la ejecución del penalti, la distancia que vas a tomar con respecto al balón, cómo le vas a pegar, en que zona del balón, como vas a situar el cuerpo, cuánta fuerza vas a imprimir al balón etc.
Diálogo positivo: busca esas palabras o frases que más confianza te den y repítelas una y otra vez para poder llegar al penalti con confianza.
Gestiona tus emociones: normalmente la emoción que más sentimos antes de un penalti es el nerviosismo, por lo que podemos tomar aire de una forma más pausada para reducirlo. Pero también podemos sentir un exceso de confianza o ira, por lo que debemos de identificar esa emoción y cuando seamos conscientes tenerla en cuenta a la hora de patear la pelota.
Ten en cuenta el marcador, la importancia del penalti y tu rendimiento durante el partido: no es lo mismo tirar un penalti que suponga el 1-0 en el último minuto de una final, que tirarlo cuando el equipo va ganando 4-0 en un partido amistoso. De la misma forma, cuando estamos con confianza y haciendo un gran partido no lo tiraremos igual que un partido en el que estemos menos acertados.
Toma la decisión de cómo tirar el penalti y comprométete con ella: antes del disparo, debemos saber cómo y dónde tirar. Una vez elegido lo anterior, mantener la decisión hasta las últimas consecuencias y no cambiar la decisión antes de tirar.
Resignificar el fracaso y el éxito: cuando fallas el penalti no eres el peor jugador del mundo ni cuando lo metes eres el héroe del equipo. El fútbol es un deporte de equipo y es este el que gana los partidos, no un jugador individual.
En líneas generales, cada persona tiene que ajustar su propia rutina: todos somos diferentes y cada uno debe de ajustar su rutina en función de sus fortalezas y debilidades, además de tener en cuenta lo que nos suele pasar. Por ejemplo, una persona que ha notado que los últimos penaltis que ha tirado se ha sentido excesivamente nerviosa, podría incluir formas de reducir ese nerviosismo, como ser consciente de su propia respiración y controlarla, con la técnica 4-7-8, es decir, inspirando durante cuatro segundos, mantener durante siete segundos y exhalar durante 8.
Cuando fallamos los penaltis en el partido, es decir, partiendo de la base de que ya sabemos tirarlos y aún así se falla, es porque claramente falta trabajar el apartado psicológico, ya que para poder meter el penalti el dominio de la técnica es esencial, ya que la psicología no va a enseñarte a cómo colocar el cuerpo o dónde pegar al balón.