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  • Área de Psicología

¿Es suficiente el talento para alcanzar el éxito deportivo?

El talento se define como la capacidad intelectual o aptitud que una persona tiene para aprender las cosas con facilidad o para desarrollar una determinada actividad con mucha habilidad. Así, Noelia Bermúdez reflexiona en este artículo sobre si el talento es una capacidad con la que se nace o si como tal es suficiente para triunfar en el deporte.

Tras la definición anterior puede surgirnos una cuestión: ¿es el talento una capacidad con la que las personas nacen o puede adquirirse a lo largo de nuestra vida? Seguro que alguno de nosotros hemos escuchado en algún medio de comunicación expresiones del tipo “ha nacido para jugar al fútbol” o “tiene un don de otro planeta” para referimos a las grandes cualidades de deportistas como Messi o Nadal. Lo que conseguimos con estas expresiones es dar a entender que el talento es una cualidad innata, es decir, algo con la que la persona nace, por tanto, serían los genes los que determinarían tu carrera futbolística, en este caso.

Sin embargo, y, afortunadamente para todos, los estudios científicos han demostrado que esto no es como se pensaba. En estos estudios se ha demostrado que el talento puede ser adquirido y desarrollado gracias a factores como el esfuerzo, el sacrificio y una buena red de apoyo social (familia, amigos, entrenadores…). En este sentido, el talento depende de uno mismo y esto es un punto muy positivo, ya que nosotros mismos somos los únicos responsables del tiempo que invertimos en nuestra formación, así como del esfuerzo y del sacrificio que realizamos para conseguir aquello que nos proponemos. Esto genera en el deportista sentimientos de seguridad, confianza, alegría y optimismo, pues sabe que el rendimiento que obtenga dependerá de su implicación y de las decisiones que tome.

Dicho esto, llegamos a la conclusión de que sí, existe el deportista talentoso, pero no necesariamente lo habrá adquirido mediante herencia genética (aunque es cierto que siempre tenemos que tener en cuenta las diferencias individuales, que hacen que cada persona destaque en un ámbito o habilidad específica).


¿Es suficiente el talento para obtener éxito en el deporte?


Como se puede intuir, la respuesta es no. Uno de los principales pilares para triunfar en el deporte es mantener una buena motivación a lo largo de los años. En todos los deportes y, en especial en el fútbol, resulta fundamental el compromiso del deportista con su carrera deportiva, puesto que, en ocasiones habrá que esquivar piedras en el camino, como aprender a compaginar el estudio y los entrenamientos o no poder quedar todos los días con tus amigos o competir en días en los que la climatología no acompaña. Por eso, una buena motivación puede funcionar como un gran motor que aporte la energía necesaria para poder orientarse hacia las metas definidas sin desviarte del camino.

Otro de los factores que resulta fundamental en el camino hacia el éxito deportivo es la fuerza de voluntad para cumplir los objetivos deportivos. No nos debemos conformar con dar lo mínimo; es importante avanzar paso a paso, estableciendo metas a corto plazo. En este sentido debemos tener en cuenta nuestros límites, siendo realistas e intentando reforzar aquellos aspectos positivos que nos caracterizan e intentando mejorar los puntos débiles.

En este sentido, Pep Marí, jefe del departamento de Psicología del CAR de Sant Cugat, un centro de alto rendimiento, establece cuatro principios para obtener el mayor rendimiento posible. El primero de ellos es poder aprender; contando con un entorno que facilite ese aprendizaje y no interfiera en el rendimiento. El segundo, querer aprender, teniendo claros los objetivos y el proceso que se ha de seguir para conseguirlos. El tercero es saber aprender, buscando soluciones para poder triunfar, en lugar de explicaciones para justificar tus fallos. Por último, es fundamental saber demostrar todo lo aprendido, es decir, saber competir manteniendo la concentración y lidiando con la presión de la competición.

Por último, y no solo para triunfar en el deporte, sino también en áreas como la vida personal y social, resulta fundamental cultivar la propia autoestima para mejorar el concepto que se tiene de sí mismo. Diversos estudios muestran que las personas con niveles bajos de autoestima tienden a percibir la competición deportiva de manera más amenazante, en comparación con aquellos deportistas con un nivel más elevado de autoestima, quienes perciben la competición como algo estimulante, mejorando su motivación y rendimiento.


En resumen, no estamos limitados por nuestra genética, sino por nuestro afán de superación y esfuerzo, así que ya no tenemos excusas para conseguir lo que nos propongamos. Recordad siempre: “somos el resultado de las decisiones que tomamos”. ¡Ánimo chic@s!


Por Noelia Bermúdez Luis


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