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  • Área de Psicología

¿Qué beneficios aporta el fútbol a la educación de los niños?

El fútbol es una potente herramienta formativa que puede aportar a los más pequeños adecuadas pautas de comportamiento que influyan positivamente en su educación, así como numerosos beneficios tanto a nivel físico como psicológico.

¿Qué tienen en común un entrenador y un profesor? Tanto la profesión de entrenador como la de profesor tienen en común el compromiso en la formación, desarrollo y preparación de otras personas; los alumnos en el ámbito escolar, y los jugadores en el deportivo. En este sentido, el fútbol, al igual que el trabajo realizado en las aulas, es una escuela de formación y de desarrollo de valores, algo que podemos ver reflejado en los valores que promueve, por ejemplo, La Meca de Rivas desde las edades más tempranas.

Una de las principales enseñanzas que aporta el fútbol a los más pequeños es la importancia del trabajo en equipo. Vivimos en una sociedad donde el trabajo con los demás resulta fundamental de cara a conseguir nuestros objetivos y a sentirnos mejor con nosotros mismos. En esta línea, el fútbol es un deporte en el que un solo jugador no puede llegar muy lejos sin el apoyo del resto, ya que cada jugada se hace posible gracias a la participación conjunta, de manera que cada jugador, independientemente de su posición, resulta fundamental. Por tanto, cada esfuerzo individual se dirige al beneficio grupal. Esto es un aprendizaje que los niños aprenderán poco a poco y que les resultará útil, no solo a nivel deportivo, sino en su vida diaria.


Además, al tratarse de un deporte grupal, los jugadores se ven obligados a expresar sus emociones y puntos de vista a sus compañeros, lo que contribuye al desarrollo de la comunicación. Como sabemos, para que un equipo pueda funcionar correctamente, resulta fundamental que los distintos miembros del mismo puedan comunicarse entre ellos, interpretar sus intenciones e incluso predecir sus jugadas o movimientos.

En este sentido, el fútbol es una gran herramienta a la hora de mejorar la asertividad de los más pequeños; haciéndoles capaces de expresar sus opiniones y defender sus derechos de forma respetuosa y sin dañar a los demás. Los estudios han demostrado incluso que los niños que juegan al fútbol tienden a ser más empáticos y comprensivos.

Sin embargo, el fútbol ofrece beneficios que van mucho más allá de la propia educación. Por ejemplo, al tratarse de un deporte grupal, los niños se sienten menos presionados de destacar a nivel individual, por lo que no experimentan el mismo nivel de frustración a la hora de no conseguir las metas propuestas. Por ello, este deporte puede ser una gran herramienta a la hora de mejorar la autoestima y la autoconfianza de los más pequeños.

La vida social de los jugadores también se desarrolla, pues tienen la oportunidad de establecer nuevas y fuertes relaciones con sus compañeros. Además, los niños tienen la capacidad de aprender a gestionar las emociones, aprendiendo que no siempre se gana o se consigue lo que se desea, tratando de manejar los sentimientos negativos que puedan surgir tras las derrotas, y viéndolas como una oportunidad de mejorar la próxima vez. Esto es un gran aprendizaje que podrán aplicar fuera del campo, con el que conseguirán desarrollarse como personas y superar los obstáculos que se pongan en su camino.

Otro de los beneficios que aporta el fútbol a los más pequeños es el establecimiento de disciplina.


En muchas ocasiones a los niños les cuesta cumplir los límites que se les imponen. En este sentido este deporte puede resultar de gran ayuda, ya que poco a poco los niños se van comprometiendo, obteniendo logros a medida que su responsabilidad aumenta.

Por otro lado, no solo las matemáticas contribuyen al desarrollo de la capacidad lógica; también el fútbol puede hacerlo. Este deporte propicia que los niños tengan que pensar rápida y eficazmente, por ejemplo, pensando qué jugada es la más adecuada en cada momento. Saber tomar este tipo de decisiones resulta fundamental en el día a día a la hora de elegir la opción correcta en el menor tiempo posible, para poder administrar e invertir ese tiempo en cosas importantes.

Por último, el fútbol mejora la adaptación a los cambios, al tratarse de un deporte en el que no puedes estar centrado en un solo aspecto, y en el que los estímulos externos condicionan el juego. Por tanto, ser capaz de centrarnos en unos aspectos e ignorar otros, resulta fundamental para un correcto desempeño, algo que sucede continuamente en la vida diaria.


Por Noelia Bermúdez Luis




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