Partido de mucho esfuerzo por ser el primero después de las vacaciones navideñas y por la fuerte lluvia que arreció durante todo el partido.
Empezamos llevando el control del juego y dominando el partido. En el minuto 7, después de una buena presión por parte del equipo obligando al jugador central del Bercial a hacer una cesión a su portero, un velocísimo Sergio se adelantó al guardameta y de vaselina marcó el 0-1.

Los nuestros seguían jugando bien y dominando, pero un contraataque del Bercial cuando no se habían cumplido quince minutos de juego obliga a Carlos a hacer dos intervenciones seguidas y, en la última de ellas, árbitro estima que ésta era merecedora de tarjeta roja. Eso hizo que tuviéramos que poner de portero a Rodrigo, que estaba jugando de mediocentro y trabajando muy bien. Para más inri, lograron empatar el encuentro en ese mismo saque de falta.

Nada más empezar, en el minuto 42´ el equipo rival se puso por delante y Alejandro se dirigió al árbitro para hacerle una apreciación que el colegiado no se tomó a bien, mostrándole así la segunda tarjeta amarilla. Esa circunstancia hizo que el equipo se debilitara aún más, pero seguíamos sacando coraje para seguir luchando. Por último en el minuto 56´, existe un insulto de un contrario hacia Sergio y el árbitro interpretó que el insulto lo profirió nuestro jugador, con lo que expulsa a Sergio (ya el tercer jugador que no acababa el encuentro).

Ya con 8 poco se podía hacer, a excepción de tratar de quedarse con la opción de amarrar un punto. En el minuto 75, el equipo rival le hizo clarísimo a Pablichu, y en un nuevo contraataque en el minuto 79, Pablichu, en jugada individual, vuelve a entrar en solitario en el área y el portero le entró de manera violenta. Esta vez sí, el colegiado decretó la pena máxima y señaló el penalti que Rodrigo transformó para lograr el empate contra todo pronóstico. Un resultado que ya no se movería, pese a los ocho minutos que se alargó un encuentro que enfrentó a once contra ocho.

“Me gustaría felicitar al equipo por su entrega y esfuerzo, esperando que aprendan que nunca deben rendirse ante las adversidades”, explicó Fernando Montes al final del encuentro. “Finalmente, y sin entrar a valorar las decisiones tomadas, creo que en estas edades el colegiado debería tener más empatía con los jugadores, sobre todo en un encuentro que no mostraba atisbo violento alguno”, indicó nuestro experimentado entrenador.