El Infantil Masculino B ganó la liga poniendo un broche de oro a una temporada de ensueño.
El último partido estuvo, sin duda, marcado por los nervios: chicos que no pegaron ojo la noche anterior por la repercusión del encuentro y entrenadores que no pudieron conciliar el sueño. Sin embargo, todas las dudas se disiparon cuando en el minuto 8 Julio marcó el primer gol de La Meca de Rivas levantando el balón por encima del portero tras una jugada profunda por banda derecha. Tres minutos después es Costa el que, con un latigazo desde fuera del área, pone el 0-2 en el marcador. Todo parecía salir bien, pero un saque largo del portero rival y un error técnico en el despeje de los ripenses acabó en córner. El equipo local lo lanza sin aparente peligro al primer palo, pero el balón bota e impacta en la mano del defensor. El gol llegó con suspense, porque Edu casi detiene el penalti señalado por el colegiado. Corría el minuto 20 y ese penalti podría haber supuesto volver a los miedos y nervios pero nada más lejos de la realidad, los chicos se animaron entre sí y la frase más escuchada era “no pasa nada, que seguimos por delante en el marcador”. Y así se sobrellevó la situación hasta el minuto 31, donde tras una jugada a balón parado, Román conseguía perforar la red con un remate de cabeza.
Tras el paso por vestuarios, se limaron varios desajustes defensivos y se instó al equipo a tener mayor control del partido manteniendo la posesión. Por su parte, el equipo local subió su línea de presión y embotelló en el área durante varios minutos a nuestros chicos, teniendo que intervenir Edu en una ocasión y en otra La Poveda no acabó materializando el gol tras superarle. Veinte minutos y varias ocasiones por ambas partes tuvieron que pasar hasta que el equipo marcó el cuarto gol por mediación de Diego, poniendo tierra de por medio porque el equipo rival ya se dio definitivamente por vencido. Así, empezaron a sucederse ocasiones muy claras, pero solo pudiendo conseguir el quinto y definitivo gol en el minuto 65 de la mano, o mejor dicho, del pie de David. Esos últimos cinco minutos fueron infernales, deseando que el árbitro pitase el final del encuentro y poder recoger los frutos.
“La victoria de hoy pertenece a todos aquellos que, gracias a ella, en estos momentos son felices, así que quiero agradecer al club y a la afición su compromiso fehaciente y su apoyo incondicional, dejándose la voz en cada partido cantando como locos, y , por supuesto a los jugadores por permitirme ser el hilo conductor de una energía tan bonita y porque sois el equipaje más fiel que he conocido”, explicó Héctor Benito al final del encuentro. “Pero quiero recordar que hasta en el diccionario, el esfuerzo va por delante del éxito y ese triunfo es donde la preparación y la oportunidad se encuentran, con lo que el mayor logro de este equipo es que ha ido creciendo en base a un colectivo donde el logro de unos es éxito de todos”, finalizó.