Primer empate de nuestros chicos en liga contra un muy buen rival, en lo que fue un derbi frenético.
El equipo entró en el partido muy errático, sin ganas de gestionar el balón y el rival empezó a generar ocasiones de gol muy claras. Pese a ser muy inferiores al rival en la primera parte, fuimos capaces de anotar dos goles y evitar que los locales marcaran. Nos fuimos al descanso con un resultado que no reflejaba lo visto en el campo, pero demostraba la pegada que tiene la Meca.
El cuerpo técnico sabía que un 0-2 era un resultado engañoso, cualquier gol del rival les metía en el partido y podría complicar los tres puntos. Y así sucedió, el rival anotó nada más salir del descanso el 1-2. A partir de ese gol, La Meca de Rivas empezó a jugar mejor y fueron los únicos diez minutos en los que la posesión de balón fue azulona. Tras marcar el 1-3 que parecía definitivo, el equipo se volvió a relajar y regalar el balón. La Escuela no dudó en aprovechar esta situación: encerró a nuestro equipo en el área y consiguieron empatar el partido 3-3.
“Fue un resultado justo para el desarrollo del partido, ya que nuestro sistema de juego se basa en tener la posesión del balón y organizarnos a partir del balón, mientras que, sin la posesión, nuestro equipo sufre mucho, así que son cosas que hay que corregir”, explicó Víctor Haro frente al túnel de vestuarios. “Ha sido nuestro primer empate y nos descolgamos un poco de los dos primeros clasificados, que lo han ganado todo, pero queda mucha liga y todavía quedan enfrentamientos directos contra ellos”, comentó. “Ahora toca pensar en el siguiente partido en casa, que hay que recuperar buenas sensaciones de nuevo”, concluyó.