Tras la victoria de la semana pasada, el Aficionado Masculino necesitaba una victoria para refrendar la de la semana pasada.
La Meca encajó pronto el gol que a la postre sería definitivo. Tras marcar el tanto, los visitantes se metieron en su campo y se dedicaron a despejar un balón tras otro. Ni siquiera trataron de contraatacar cuando recuperaban el balón, creando un fortín inexpugnable con mucho oficio. La posesión era de los locales, pero faltó convicción a la hora de la verdad.
“Tenemos que trabajar y mejorar más, no es suficiente dominar la posesión de balón, debemos tener más profundidad y eso al final nos ha costado esta derrota”, explicó Omar Franco tras el pitido final del árbitro.
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