Partido que decidía el campeonato y que se hizo interminable por la presión y la ambición del equipo contrario.
El equipo saltó al campo valiente, decidido y seguro de poder ganar el partido y así proclamarse campeón de liga con antelación al final del campeonato, pero enfrente nos encontramos con un equipo que no estaba por la labor de facilitarnos esa gesta y se emplearon a fondo y con mucha dureza para que eso no ocurriera en su campo. La Meca empezó controlando la posesión de balón y, al minuto, ya teníamos la primera oportunidad en los pies de Aarón: una jugada cerca del área terminó en un remate fuera y poniendo en serios apuros a la defensa contraria. La Meca siguió atacando por la derecha y por la izquierda, con un Diatta muy incisivo. Sin embargo, no atinamos a marcar, unas veces por el equipo contrario y otras por desacierto ripense acabando esta mitad 0-0.
En la segunda mitad el equipo salió con la misma idea que al principio. Nada más empezar, un saque de esquina ejecutado magistralmente por Andrés fue cabeceado por cabeceado en un salto espectacular por Aarón marcando el 0-1. Los chicos siguieron trabajando en la misma línea aunque Héctor y Bilal tuvieron que ser sustituidos por lesión. En el minuto 71, Diatta se internó por la izquierda regateando a todo contrario que le salía al paso hasta que le derriban de una entrada en el área dejando al árbitro sin más remedio que pitar penalti. El mismo Diatta se encargó de ejecutar la pena máxima para poner el resultado muy a favor (0-2). El partido todavía tendría emoción, puesto que el árbitro señaló otro penalti en el descuento, esta vez en contra, para así acabar el encuentro con un 1-2 definitivo.
“Ha sido un partido muy intenso y emocionante que hemos sabido sacar adelante con mucho esfuerzo y sacrificio por parte de todos los jugadores consiguiendo mantener la imbatibilidad en el campeonato hasta la fecha”, explicó Fernando Montes con una sonrisa de oreja a oreja.