El equipo no pudo hacer mucho más ante un rival muy superior.
El Infantil B disputó el partido aplazado por el temporal como visitante ante un gran equipo compuesto por jugadores de segundo año y con multitud de variantes ofensivas y defensivas entre sus filas.
El infantil B saltó al campo con el mismo sistema que la anterior semana, es decir, un 1-4-1-4-1 con el que se intentaba nuevamente tratar de frenar la sangría de goles encajados y estar lo más juntos posibles evitando que el rival encontrara espacios libres con tanta facilidad. El equipo consiguió llegar al minuto 24 con un sufrido y merecido empate a cero, aguantando las continuas embestidas del rival, que presentaba una importante diferencia física con los nuestros. Justo en este mismo minuto el equipo local abría la lata y, desgraciadamente, se llegó al descanso con un 3 a 0 en contra.
En el tiempo de descanso, los entrenadores trataron de animar al equipo repitiendo las instrucciones y, sobre todo, calmando a los jugadores para que continuaran trabajando con muchas ganas sin importar el resultado. También llegaron algunos cambios dado que el campo era muy grande y nuestros chicos estaban fatigados por el gran derroche físico efectuado.
La segunda parte fue un calco de la primera. El equipo local no bajó los brazos ni un solo momento, por lo que las embestidas ofensivas eran continuas. Nuestros chicos lograron forzar alguna falta a favor que posibilitan ralentizar un poco el ritmo de juego. Tras recibir el cuarto gol, los técnicos modificaron el sistema al 1-4-3-3 intentando buscar una actitud más ofensiva, pero se vio que era imposible competir de tú a tú contra un equipo que presenta tanta diferencia de estatura, velocidad y calidad.
“La diferencia respecto a los otros equipos es inmensa en este grupo y el resultado no me sorprende”, explicó Sergio Villaseca al final del partido. “Ahora solo tenemos que seguir exprimiendo cada minuto de entrenamiento para mejorar y recoger los frutos en el futuro, añadió.