Victoria sin mucho brillo como locales en el último partido del año.
Los tres puntos se consiguieron rápidamente, en apenas trece minutos, con dos pinceladas de calidad de Víctor para hacer dos golazos. Tras estos dos tantos, el equipo se relajó y, entre la cantidad de faltas e interrupciones y las decisiones arbitrales, el ritmo de juego no llegó en ningún momento a un punto óptimo.
La Meca ganó el partido con oficio porque fue mejor y sentenció pronto, pero tampoco sacó provecho de jugar en superioridad durante toda la segunda parte por expulsión de un jugador vallecano al final del primer tiempo. Aún así hubo ocasiones para haber incrementado la renta, pero, unas veces el portero visitante y otras por falta de puntería local, no hubo más goles y eso que el Palomeras dispuso de dos ocasiones muy claras casi a puerta vacía: una en el primer tiempo y otra en el segundo. De haberlas materializado, el partido hubiera sido otro y La Meca hubiera despertado.
“Llegamos al parón navideño en una muy buena posición y a la espera de poder recuperar a todos nuestros efectivos de cara a los trascendentales encuentros que se avecinan en el reinicio de la competición en enero”, indicó Raúl Rodríguez, segundo entrenador del equipo, al final del encuentro.