Primera derrota y adiós al único equipo que estaba invicto frente al equipo vecino.
El equipo sigue en posición de ascenso directo pese a la primera derrota en un mal partido en el que los nervios, las bajas y el mal juego exhibido ayer en Casa Grande fueron los principales culpables.
Empezó el equipo con un par de ocasiones claras pero sin un dominio de juego claro; eso sí, el equipo mostró mucha verticalidad, asentándose en las dimensiones del terreno y sobreponiéndose a la excitación del partido contra un Parque Sureste que se veía asentado, aunque sin crear peligro aparente. Tras una primera fase donde ni uno ni otro daba dos pases seguidos, una mala salida de balón a los 25 minutos le costó cara a La Meca y encontró el premio el Parque que al final fue la sentencia de una Meca que no encontraba el camino del gol. Sin aparentes ocasiones acabó la primera parte.
En la reanudación, el equipo se echó arriba intentando acorralar al rival y, tras varios cambios ofensivos, las ocasiones empezaron a llegar, la más clara un mano a mano de Luis, que desbarató el meta local con un pie salvador, quizá el resultado que hubiera sido más justo en un encuentro en el que el Sureste no tiró a puerta en toda la segunda parte. Así, en un intento de los visitantes y en un aguantar los locales, se llegó a un final de partido, donde hubo más nervios, tensión y rivalidad que juego real.
“Ahora no queda otra que aprovechar los dos partidos seguidos en el Cerro del Telégrafo para retomar el buen juego y las victorias con las que se inició la temporada”, indicó José Luis Guerrero al final del partido.