El alevín de La Meca de Rivas no pudo pasar del empate ante un rival que supo aprovechar muy bien sus oportunidades
El pasado miércoles el alevín de La Meca de Rivas disputaba en Casa Grande su partido aplazado ante el Villarejo. El resultado, un pobre 1-1 que supo a poco, pues los de Pablo González merecieron más.
El partido comenzó y los azulones tenían las cosas muy claras. Después de endosarle siete al Águilas, la estrategia era la misma. Los alevines salieron muy intensos, presionando arriba la salida del balón y atosigando al equipo visitante. En los primeros 10 minutos La Meca tuvo las tres ocasiones más claras del partido, pero no fueron aprovechadas. Los siguientes 15 minutos de la primera parte los de Villarejo despertaron e intentaron combinar e ir a por el partido, pero apenas lograron crear peligro. Los ripenses seguían con su mismo juego, y el peligro por parte de los nuestros empezó a llegar a balón parado pero sin acierto de cara a puerta.
Con el 0-0 llegamos al descanso. La segunda parte fue totalmente distinta a la primera. Los chicos de la Meca dejaron de confiar en su juego, los medios no se ofrecían, dejaron de presionar y los pelotazos para sacarse el cuero de encima eran constantes. En un error defensivo a la hora de sacar la pelota, el extremo rival anotaba el primer gol del partido, tras un zurriagazo desde la frontal que entraba por la escuadra.
Tocaba arremangarse para remontar el partido. Los chicos de Rivas estaban dispuestos y, más con coraje y garra que con buen juego, las oportunidades se sucedían. Hubo que esperar hasta el término del encuentro para ver el gol del empate. En el minuto 57 Riabi ejecutaba una falta lateral que iba a ser rematada a la red por Rodrigo que ponía en tablas el marcador.