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  • Foto del escritor Área de Comunicación

¿Pelearse como niños?


Desde siempre hemos ido censurando los comportamientos antideportivos y reclamando que la educación en valores tenga el lugar que se merece en el mundo del deporte. Hace ya algún tiempo condenamos los comportamientos racistas que se dieron contra Balotelli (en su etapa como milanista), nos dejó una noticia que nos llena de esperanza.

Ocurrió hace unos meses en un partido de prebenjamines en Las Palmas de Gran Canaria, tras un choque entre dos jugadores. La grada estaba “encendida” y el entrenador de uno de los equipos empezó a discutir acaloradamente con el árbitro, llegando a uno de esos momentos que tanto tememos quienes estamos preocupados por la transmisión de valores en deporte.

Afortunadamente, esta vez la noticia no acabaría en tragedia, y todo gracias a uno de los jugadores: Alejandro, un niño de cinco años, que intercedió entre árbitro y entrenador al grito de “¡paren, paren, paren!”, lo que provocó el aplauso de los espectadores. En un mundo en plena crisis de valores, este gesto es un ejemplo del que todos tenemos mucho que aprender.

Podríamos poner infinidad de frases a esta imagen pero, seguramente, la más socorrida sería “Basta de pelear, estamos jugando al fútbol”. Un modelo claro de cómo jugar, divertirse y disfrutar con los amigos son motivos que priman entre los niños frente a competir o ganar. Conociendo los motivos de los niños por practicar deporte, tenemos la responsabilidad de crear un entorno que favorezca el cumplimiento de los mismos, con el objetivo de que no dejen de disfrutar con su deporte y así, continúen practicándolo y beneficiándose de todo lo que este puede aportarles.

Los medios de comunicación no han tardado en hacerse eco de esta extraordinaria noticia y sumarse al aplauso que el público concedió a este niño, que pudo contar su historia en la radio. Es fundamental que estos ejemplos lleguen al gran público transmitiendo los mensajes de respeto, compañerismo y juego limpio, y que además la sociedad los aplauda y los refuerce, ya que esta será la única manera de que estas acciones empiecen a ganar protagonismo a la violencia y el desprecio que tan a menudo se viven en fútbol.

En la lucha contra la transmisión de valores negativos en deporte tenemos que aprovechar este tipo de acciones, e insistir en la importancia de la educación en valores en nuestras canteras y a nuestros deportistas en formación, para conseguir que comportamientos como el de Alejandro pasen de ser noticia a ser costumbre. Es un largo camino a recorrer, pero de momento, parece que podemos dejar de decir que los deportistas que pelean en plena competición se comportan “como niños”.

Área de Psicología


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