Partido agridulce para nuestras chicas, donde tuvimos en nuestra mano poder puntuar y se nos escapó en el último suspiro. Una lástima, porque el juego desplegado fue muy bueno.
Empezamos la primera parte dominando el partido, con dos o tres toques llegábamos con superioridad a la zona de tres cuartos, pero nos faltaba precisión en el último pase. En una de esas jugadas, Belén aprovechó un balón en la banda para inventarse un gol que nos ponía por delante. Sabíamos que si echábamos al equipo atrás el contrario iba a tener ocasiones, por lo tanto seguimos con un bloque medio. Nuestras opciones pasaba por mantener la ventaja a nuestro favor al descanso, pero en una falta tras un sucesivo número de rechaces, a dos minutos del descanso, los pinteños empataron el partido.
La segunda parte se volvió un correcalles, ya que era obvio que quien anotase primero ganaba el partido. Ambos equipos tuvimos ocasiones y ambos las desaprovechamos constantemente. Cuando parecía que el marcador ya no se iba a mover, una jugadora rival se sacó un disparo lejano de la chistera que se coló por la escuadra a tres minutos del final del partido.
“Pese al resultado, fue un gran partido de nuestras chicas, sobre todo la primera parte, puesto que la segunda mitad fue una lotería, ya que perdonamos ocasiones y, en el fútbol como en la vida, si perdonas, lo pagas”, reflexionó Víctor Haro al final del encuentro. “El esfuerzo fue mayúsculo y con eso nos tenemos que quedar, ya que se va notando la progresión de las chicas, sobre todo en tareas ofensivas,así que nos vamos con la cabeza bien alta y con ganas de seguir compitiendo”, indicó el joven preparador ripense.
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