Partido donde se visitaba al tercer clasificado, el cual se jugaba el ascenso de categoría.
La Meca realizó un partido muy serio, ya que el equipo rival no creaba prácticamente peligro y esto hacía que afloraran los nervios entre sus filas. El primer gol, sin embargo, fue vallecano: un disparo desde 30-40 metros el cual rebotó en el larguero, luego en el suelo sobre la línea y terminó entrando. Sin embargo, La Meca no se vino abajo y siguió trabajando con coraje y muchas ganas por puntuar.
Ya en la segunda mitad, en una falta en la frontal del área, el disparo del rival va a la base del palo donde Hugo, a bote pronto, consiguió sacar una mano salvadora, pero con tan mala suerte que el balón cayó en los pies de un rival, que no desaprovechó la oportunidad de marcar el segundo gol. Lejos de bajar los brazos, el cuerpo técnico movió el banquillo y cambió el sistema de juego, provocando que los locales se encerraran en su campo y jugaran al pelotazo para conservar la victoria de cualquier manera.
Y tanto va el cántaro a la fuente que, al final se rompe. Así, en una jugada de la Meca con dos cambios de orientación que desarbolaron la defensa rival, los ripenses acortaron la distancia en el marcador gracias a Nacho. Los últimos minutos fueron frenéticos, con los locales perdiendo tiempo y completamente superados. Sin embargo, al final no dio tiempo a marcar el segundo gol.
“El partido ha estado muy reñido, los nuestros fueron muy superiores en muchos momentos y no se arrugaron, pero el rival, con dos zarpazos, se ha llevado la victoria”, comentó David García al final del encuentro.