La Meca afrontó el partido con un número considerable de bajas debido a las fechas de fiestas patronales, pero eso no impidió que el equipo afrontara el encuentro con el sentido de la responsabilidad necesario.
Ambos equipos entraron con muchas ganas al terreno de juego, con una posesión de balón muy disputada y muchos duelos. Los vallecanos se adelantaron en un contraataque y el partido se volvió aún más tosco.
En la segunda mitad, los chicos salieron mucho más entonados, marcando varios goles seguidos para dar tranquilidad, finalizando el partido con un inesperado, pero contundente 1-6, el cual reflejó la superioridad ripense en este segundo período.
“Este partido nos demostró que el trabajo y la fé en conseguir nuestros objetivos empiezan por la humildad y el respeto al rival, así como con el trabajo en equipo, habiendo sufrido en nuestras carnes las consecuencias de la ausencia de esos valores”, explicó Julián Merino al final del encuentro. “Esta victoria nos aúpa al quinto puesto de la clasificación, un mérito enorme, y ahora solo falta ganar los dos partidos que restan para asegurarlo”, añadió.
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