La evolución positiva de la actitud de los jugadores desembocó en la primera victoria liguera de la temporada.
Desde el inicio, La Meca empezó a llevar la iniciativa en el juego, pero también con demasiada ansiedad por llegar cuanto antes a la portería rival con acciones demasiado individuales y poco asociativas. Por ello, el primer gol tardó en llegar, aunque el tiro cruzado y elevado de Gabriel, que se encontraba escorado por la izquierda, bien valió la espera. Era cuestión de tiempo que llegara el segundo tanto: dos minutos más tarde, Asier batió de nuevo al portero vallecano de tiro cruzado.
El cuerpo técnico insistió en reorganizar la coordinación y las ayudas entre los centrocampistas propiciadas por los cambios de sistema que el equipo rival realizó, lo cual salió a la perfección. Los chicos presionaban sin miedo la salida del balón rival, consiguiendo en una de estas ocasiones el tercer tanto gracias a Martín, con un tiro con el interior del pie, colocado y con determinación.
A partir de este momento el equipo rival se desequilibró, Pardo marcó el cuarto gol con un tiro a media altura, Asier sumó un gol más a su cuenta y Pardo sería el encargado de cerrar el encuentro con un claro 6-0 a favor de La Meca.
“Partido muy interesante por la evolución en la actitud de los jugadores, utilizando las dos piernas para intentar asociarse y definir de cara a gol”, explicó Julián Merino tras acabar el partido. “Hemos tomado nota de las tareas pendientes para mejorar como, por ejemplo, la salida de balón con la línea defensiva con la participación de los centrales y los saques de banda a favor (movimientos y desmarques)”, añadió.
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