El Infantil Masculino B continúa sumando victorias sin distracción alguna.
Jornada 20, partido trampa al margen de lo que dictaba la tabla pero con la dificultad que entrañaba tener que enfrentarse a un equipo cuyas estadísticas como local son llamativas: tan solo una derrota y un empate; además de haber marcado 55 goles de los cuales, 40, lo sumaban sus dos delanteros referentes.
Y, como se anticipó durante la semana, el Juventud Torrejón saldría con su sistema e idea de juego trabajada: una línea de cuatro defensores y un doble pivote que mantendrían a raya los ataques por el pasillo central, unido a las ayudas de sus extremos para las posibles internadas por los carriles laterales y sus dos delanteros descolgados para los contraataques: uno para atacar los espacios y el otro para caer desde la última línea. Además, sus extremos se desplegaban rápido en esas transiciones ofensivas.
La Meca de Rivas preparó el partido para encontrar a su hombre libre en ese pasillo central, con la superioridad numérica que, tan sólo por sistema se tendría. Poco a poco, la distancia entre sus mediocentros y los dos delanteros era extremadamente grande, ya que mantenían la posición y no marcaban al hombre, lo que permitía al equipo ripense, no solo que su pivote recibiera libre, sino que los interiores recibieran con espacio y tiempo suficiente para organizar el ataque.
Sin embargo, La Meca de Rivas no encontraba la amplitud necesaria para poder progresar por el carril lateral ni para aumentar la distancia entre sus jugadores como para poder filtrar un pase al espacio, para atacar a su lateral en superioridad o para sacar un centro. Las jugadas solo se terminaban con tiros desde fuera del área que, a lo sumo, podrían rebotar en algún rival y terminar en saques de esquina o en despejes que propiciaban un contraataque local peligroso. Aun así, con dos disparos desde frontal de área en el minuto nueve y once, La Meca de Rivas se adelantó en el marcador para llegar así al descanso, no sin antes observar como Edu, con una muy buena intervención, desvía un tiro que impactó en el palo y el posterior rebote fue despejado.
Tras el paso por el vestuario, el objetivo era claro: mejorar las fases con balón con más amplitud, paciencia y tranquilidad y, sobre todo, no encajar ningún gol. Fruto de tener más ataques laterales, La Meca dispuso de un aluvión de saques de esquina, los cuales aprovechó con otros dos goles casi seguidos en los minutos 40 y 43, para sellar definitivamente el partido ante la desesperación de los delanteros rivales. Estos últimos, acostumbrados a contar con más protagonismo, pecaron de individualidades y precipitación cuando conseguían hacerse con el balón pero sin conseguir batir a Edu, que cuajó un muy buen partido.
“El mayor deseo de un entrenador es conseguir que ‘el plan’ entrenado durante la semana salga bien y hoy lo hemos conseguido”, comentó Héctor Benito. “La capacidad de recuperación anímica que ha tenido el equipo después de dos resultados negativos consecutivos que propiciaron apretar demasiado la competición ha sido increíble”, añadió.
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