A lo largo de la historia a través de numerosos medios a la sociedad siempre se nos ha dicho que una decisión puede marcar el devenir del resto de nuestra vida: Elegir un centro educativo concreto en lugar de otro, dejar un empleo para iniciar una empresa por tú propia cuenta, elegir una carrera específica, etc. En el ámbito deportivo esto también puede ocurrir concretamente cuando un profesional ha de decidir a qué equipo va a ir en un futuro próximo o lejano.
Las decisiones en el deporte
La decisión de moverse de un equipo a otro puede tener un impacto mayor o menor en función del deporte que estemos hablando. Por ejemplo, en el caso del fútbol o baloncesto es más fácil encontrar un hueco en los equipos puesto que el número de integrantes es alto que en equipos de competición a motor como la Fórmula 1 o MotoGP donde suelen haber hueco solo para dos deportistas por equipo. Además de esto, también hay que tener en cuenta el factor de saber elegir el momento puesto que los equipos también tienen sus rachas, y si te inclinas por uno que esté en una de sus horas bajas puede que levantar del nuevo el vuelo se torne algo complicado de lograr.
¿Y si me pasa algo así?
Hay que tratar de sobreponerse a la situación y no dejarse abatir por ella. Debemos tratar de permanecer motivados con nuestro objetivo que es destacar en el deporte que hagamos, y para ello podemos elaborar una lista de pasos que podemos seguir dada la nueva situación en la que nos encontramos, pero siempre con la mentalidad de llegar a ese fin último que anhelamos. Pero lo realmente importante en un caso como este es trabajar la motivación, concretamente la motivación intrínseca con el fin de hacerles ver que los resultados no dependen principalmente de lo externo a él, es decir, del entorno o la situación en el que se encuentre, sino que mediante su esfuerzo y dedicación también puede influir en esos resultados que le permitan alcanzar una mejor posición de cara al futuro.
En definitiva, en el deporte una decisión puede influir enormemente en nuestro futuro tanto para bien como para mal, pero una vez tomada depende de nosotros hacerla valer en cualquiera de los casos, crecer a partir de ella y gracias a ello poder demostrar nuestra valía como profesional.
Por Alberto Nieto