Cuando un acontecimiento ocurre de forma repentina obliga a actuar de forma rápida y con cierta improvisación, como actualmente ocurre con la expansión del Coronavirus (Covid-19). Son muchas las empresas que han tenido que cerrar sus oficinas para evitar contagios entre los empleados y una de las soluciones ha sido la implantación del teletrabajo. A todo esto se añade el cierre de colegios, institutos y universidades, por lo que a las dificultades habituales del teletrabajo se une que los niños están en casa, no pueden salir a jugar al parque o realizar otro tipo de actividad fuera y que pueden tener problemas a la hora de comprender la situación actual, ya que si bien los padres están en casa, no están disponibles para ellos todo el tiempo por tener que teletrabajar.
Si bien ahora ya no hay que acudir todos los días a la oficina a la misma hora, se sigue trabajando desde casa, por lo que las rutinas habituales de muchos trabajadores se han alterado y la situación tan excepcional del coronavirus hace que la concentración sea algo más complicada.
A continuación se proporcionan unas claves para organizar y gestionar el teletrabajo:
1. Generar un hábito y rutina. Si la empresa no impone un horario determinado, fijar unas horas al día para teletrabajar y, si es posible, hacerlo en una habitación a parte. Así fijamos unas horas y un espacio concreto para trabajar con lo necesario y otro para la vida domestica y familiar. Si no se sigue una rutina puede ocurrir que se trabajen más horas de las que se harían en la oficina y no cumplir con los objetivos o tareas.
2. Evitar al máximo las distracciones. Cerrar todas las redes sociales o silenciar las notificaciones, excepto las necesarias para trabajar, si es posible guardar el teléfono o apagarlo, así las distracciones se reducen y conseguimos ser más productivos.
3. Vestirse. Cambiarse de ropa antes de trabajar ayuda a cambiar la mentalidad de lo que se va a hacer. Es como si se fuese a trabajar a la oficina, por lo que no se iría en pijama. Aunque sea ropa más cómoda de la que se llevaría a la oficina, lo importante es quitarse el pijama y con él la sensación de pereza, así la sensación de productividad y responsabilidad aumentará con la ropa adecuada.
4. Organización y planificación. Es importante fijar los objetivos que se tienen que cumplir cada día, se puede hacer al inicio de la jornada o bien al finalizar esta y planificar el día siguiente. Priorizar las tareas más urgentes es una buena forma de comenzar. Esto va a hacer que nos enfoquemos en los objetivos a cumplir y no posponerlos. A la hora de planificar las actividades hay que ser realistas y no planificar el día para hacer más de las que haríamos normalmente en la oficina.
5. Ser productivo no implica no descansar. Para que aumente la productividad es importante no estar cansado, hay que hacer descansos de forma regular. Es negativo estar todo el día frente al ordenador sin hacer pausas, ya que nos sentiremos más cansados en menor tiempo.
6. Explicar a los niños el teletrabajo. En el caso de los padres es importante, para que los niños comprendan que habrá momentos en los que no se esté disponible. Es importante explicar cuando y porqué pueden interrumpir y cuando no y que ellos tengan la oportunidad de preguntar todas las dudas sobre el teletrabajo. Lo más adecuado es explicárselo de forma adecuada a su edad y proporcionarles alternativas de entretenimiento para esos momentos, por ejemplo, mientras los padres teletrabajan los niños pueden hacer las tareas del colegio o estudiar. En caso de que sea posible y ambos padres no utilicen los mismos horarios de trabajo, mientras uno trabaja el otro atiende a los niños.
7. Asumir que va a haber distracciones. Tanto si se es padre/madre como si no, hay que asumir que va a haber interrupciones y distracciones los primeros días de teletrabajo y que puede generar frustración, especialmente cuando no se está acostumbrado, y no por ello se es menos productivo.
Fdo. Dessyree González Barrio | Twitter @dessy_GB | Instagram @dessy_gb