Nuestras chicas encaraban el último partido del año contra el décimo clasificado. Sin embargo, se preveía un partido complicado con tan solo 19 goles encajados después de haber disputado sus partidos contra los primeros clasificados.

Era un mal día para desarrollar nuestro juego, ya que el fuerte viento dificultaba la correcta circulación de balón, lo que generó cierta desconcentración en las chicas. Sin embargo,
el equipo pudo adelantarse en varias ocasiones a balón parado, pero sería el Moscardo quién diera con la tecla. Una falta lejana y un fallo de marcaje fueron los ingredientes necesarios para la cocción del gol local, lo que provocó que el equipo pusiera en marcha su estrategia: vivir de las faltas para colgar balones al área y cerrarse atrás. Aroa empató el encuentro antes del descanso gracias a un gran gol de falta justo cuando más lo necesitaba el equipo.
La segunda parte empezó igual que la primera: teníamos el control del balón, pero no creamos ese peligro que ellas sí generaban buscando las espaldas de nuestras defensas. Contra todo pronóstico, una buena jugada de Aroa pondría el segundo gol del equipo y nos adelantaríamos así en el marcador. El equipo siguió trabajando de forma sólida, aunque realizando varias faltas que la portera rival centraba al área con la esperanza del empate. Sin embargo, no contaban con que Laura Rubio, nuestra portera, nos deleitaran con sendas intervenciones de categoría para llevarnos los tres puntos a Rivas.
“Quizá este haya sido nuestro peor partido, pero estoy contento de lo que mis jugadoras están consiguiendo esta temporada: luchando del min 1 al 90”, explicó Sergio Fernández al final del partido..