El partido sirvió para curar heridas y espantar fantasmas después de dos resultados adversos. El equipo rival se vio sobrepasado por nuestros chicos, quedándose finalmente el resultado algo corto.
Amaneció el día con mucho viento, dificultando el juego vistoso y rápido que propuso el equipo local, frente a un aseado juego de toque y presión arriba que propuso el Canillas, pero que le costó caro. Cada vez que los ripenses arrebataban el balón a su centro del campo, aprovechaban rápidamente los espacios a la espalda de la defensa del equipo visitante. Así marcaría Mario Ayuso el primer gol del encuentro en el minuto 14.
A partir de ese momento, La Meca se asentó más en el terreno de juego y se limitó a esperar un nuevo contraataque, ya que las imprecisiones dificultaron las combinaciones. Y, cosas de la vida, gracias al viento llegó el segundo gol, obra de Rodrigo, que se estrenaba esta temporada en este apartado, aprovechando el aire a favor con un tiro lejano pillando al portero adelantado.
Se llegaría a la segunda mitad con una tónica parecida a la de la primera parte, salvo que nuestro Aficionado intentó tocar mucho más el balón y combinar en corto, ya que el viento en contra obligaba a ello. El Canillas comenzó a correr detrás del balón y a dejar huecos en la defensa de cinco. Aprovechando estos espacios de nuevo, Rivaldo, otro que se estrenaba también, dejaba cerrado el partido en el minuto 79 al anotar el que parecía definitivo 3-0.
Ni mucho menos bajo los brazos el equipo visitante y fruto de su buen hacer llegó el gol que tanto buscó en el minuto 90 y que parecía maquillar el resultado. Así hubiese sido, si no fuera por el insistente Ricky, que durante toda la mañana buscó su gol, el cual finalmente encontró en el descuento.