Borrachera de goles en Rivas frente al colista.
A tenor del resultado, parece que fue un paseo militar del equipo ripense, pero nada más lejos de la realidad, fue un festival de acierto y efectividad. En los puestos de ascenso se presentó el equipo en la mañana de domingo frente a un colista que no lo parecía tanto cuando se puso el balón en juego y que buscó dar la sorpresa con una presión alta y en campo contrario que dificultó mucho el juego local.
Muchas imprecisiones en la circulación de balón, pero el equipo sabe que con espacios y trabajando juntos es capaz de sufrir y esperar su momento. Infantes abrió el marcador en el minuto 15, en el primero de sus tres goles ayer, aprovechando un balón a la espalda de la defensa visitante. A partir de ahí, el Racing intentó buscar el empate y arriesgando en ese ímpetu, Infantes volvió a repetir en un mano a mano con el portero rival.
Eso dejaba el camino más plácido y llano a nuestro Aficionado, que redondeó la faena en el primer tiempo en dos minutos en los que los visitantes se fueron del partido: Luis en el 38 en una gran internada de Rodri y Román en el 40 con un zurdazo a la escuadra.
En la reanudación el equipo se volvió a mostrar con hambre y fruto de ello, el goleador de la mañana, Infantes, hacía su hat trick particular. En el minuto 61 fruto de un despiste local, vino el primer gol de penalti del cuadro de Moratalaz. Pero todo quedó en un espejismo cuando los hombres de Guerrero volvieron a pisar el acelerador con los cambios introducidos y Luis y Eduardo, nuestro juvenil pusieron aún más tierra de por medio. Otro penalti por unas manos dentro del área de Álvaro, propiciaron el segundo gol del Racing.
Y, ya en las postrimerías del encuentro, el debutante Ricky cerró el marcador con ese definitivo 8-2 final.
“Cabe destacar que al margen de la buena marcha del equipo, podemos estar satisfechos que nuestros gemelos y juveniles Eduardo y Carlos, que debutó en el día de ayer, disfrutaron de sus primeros minutos juntos en el primer equipo”, explicó Raúl Rodríguez “Pato” al final del encuentro.