Derrota ante un equipo rocoso que presionó muy encima y con buen juego colectivo.
Nos presentábamos en el campo del Colegio Alameda de Osuna tras la resaca de la goleada del sábado pasado, que nos transmitía una gran confianza, quizás algo excesiva. Comienza la primera parte y, después de un comienzo sin dominador claro, marcamos el gol. Todo indicaba que sería el inicio de otro partido sencillo, pero nada más lejos de la realidad, los contrarios se fueron haciendo con el control del partido, dando la vuelta al marcador, marchándose al descanso con 2-1 en contra.
En la segunda parte, sin dominador claro y con un juego muy embarullado, precisión en los pases y falta de definición, propiciaron un final con 5-4 en contra, que bien podría haber sido al contrario.
“Un resultado que nos viene bien para reconocer que tenemos mucho que trabajar, que debemos hacerlo con humildad y tener mucha más intensidad en todos los momentos del encuentro”, explicó Mariano Encinas al final del partido.