Partido ante un equipo contra el que en la primera vuelta conseguimos un resultado positivo, pero que nos costó bastante trabajo.
Comienza la primera parte y aunque el equipo está bien colocado en el campo, tenemos mucha precipitación y abusamos en exceso de los pases largos. El Camarma por su parte, intentaba aprovechar los balones largos enviados a su jugadora con más envergadura, la nº 7, y la más rápida, la nº 12. El Camarma se aplicaba con dureza y contrarrestaba de esa manera nuestros acercamientos a su portería. Pero la tónica del partido seguía igual, aunque dispusimos de alguna ocasión clara que nos hubiera llevado al descanso con un resultado a nuestro favor.
Llegamos al descanso con el 0-0 inicial y el equipo no estaba bien. Estábamos jugando justo a lo que el contrario quería y el Camarma se encontraba cómodo de esa manera, al contrario que nosotras, que estábamos sufriendo mucho.
Comienza la segunda parte y parece que salimos con otra intención, pero esa sensación dura poco. Enseguida volvemos a la dinámica de la primera parte y, en el minuto 52, después de un fallo defensivo, el Camarma recupera un balón en la frontal del área y con un tiro por encima de nuestra portera consiguen el 0-1. El resto del partido fue un incesante querer y no poder. Aunque estuvimos prácticamente todo el tiempo en su campo, no fuimos capaces de meter ningún gol que subiese al marcador, puesto que el árbitro nos anuló dos goles, supuestamente por estar en fuera de juego, aunque pensamos que al menos en uno de ellos estábamos en posición legal.
“Llegamos al final del encuentro con el resultado de 0-1, con un mal partido jugado por nuestro equipo en el que el equipo contrario con buena actitud competitiva y poco más ha sido capaz de ganarnos”, explicó Javier Rodríguez al final del encuentro.