Partido ante un rival contra el que en la primera vuelta conseguimos un muy buen resultado, pero que había obtenido algunos marcadores que nos creaban ciertas dudas sobre que equipo nos íbamos a encontrar.
Comenzamos el partido con muchas dudas y aunque muy pronto (min. 5), en una jugada individual de Aroa conseguimos el 0-1, la tónica del partido siguió siendo la misma. Muchas dudas cuando teníamos el balón y falta de intensidad defensiva cuando no lo teníamos. Esto hizo que el equipo contrario se creciera y, en un muy buen disparo de su jugadora número 9 en el minuto 14, nos hicieran el 1-1. El partido seguía por los mismos derroteros y, en el minuto 38, su jugadora número 10, la más peligrosa del equipo, aprovecha un doble fallo nuestro en el centro de nuestra defensa, para batir por alto a nuestra portera. Era el 2-1 con el que llegamos al descanso. El equipo había hecho una primera parte muy mala y teníamos que cambiar nuestra actitud e intensidad si queríamos darle otra cara al partido.
Comienza la segunda parte y parece que nuestra actitud cambia. Su jugadora número 10 ya no recibe con tanta facilidad los balones y nuestro trabajo defensivo mejora significativamente. Prácticamente toda la segunda parte la jugamos en su campo y dispusimos de varias ocasiones claras que no fuimos capaces de materializar. El Coslada, viendo que nuestro gol no llegaba, intentaba romper nuestro ritmo de juego con reiteradas pérdidas de tiempo, que el arbitro avisó que iba a descontar al final del partido, pero que en realidad no fue así, puesto que descontó únicamente el tiempo de los cambios realizados.
"Llegamos al final del partido con el resultado de 2-1, que podría haber sido otro si hubiéramos aprovechado mejor las ocasiones que tuvimos en la segunda parte", explicó Javier Rodríguez al final del partido. "En general un mal partido el disputado por nuestro equipo, aunque en la segunda parte nuestro nivel competitivo mejoró, no siendo suficiente para darle la vuelta al marcador", añadió el preparador ripense.