Último partido de la temporada en el que ya teníamos los deberes hechos y nos habíamos proclamado campeones de Liga, pero aún nos faltaba un objetivo: la guinda del pastel de esta grandísima temporada, acabar invictos y con diferencia de goles de “+200”.
Empezó el partido, y los chicos sabían bien cuál era el objetivo, el campo era más pequeño de a lo que estamos acostumbrados, y el rival sabía bien jugar en su terreno. Empezamos marcando pronto con un gol de Marquitos. Siguieron pasando los minutos y el equipo rival no se doblegaba, se encerraba bien atrás y en el medio del campo Andrés, Sergio y Marquitos no sabían cómo poder pasar el balón a la delantera: lo intentaban con diagonales, pero el pequeño espacio del terreno de juego no ayudaba y los balones acababan bien fuera de banda o en saque de puerta para el equipo rival. Casi al final de la primera parte llegó el segundo gol por medio de una internada de Alex Diatta, que se coló entre los defensas y puso el balón atrás para que Javier lo empujara al fondo de la red, 0-2 en el marcador. Sorpresivamente, poco después llegó el tercero en un centro puesto desde la banda por Adrián que, tras un mal rechace, Marquitos aprovechó para meter el pie y marcar el segundo en su cuenta particular, 0-3. En el último minuto como consecuencia de un despiste defensivo, el equipo local conseguía anotar el 1-3 para terminar la primera parte.
Comenzaba la segunda parte, tras unas indicaciones dadas en el vestuario, el Alevín A salió dispuesto a conseguir su objetivo, teniendo que anotar cómo mínimo 3 goles más sin encajar. Como en la primera parte, nada más comenzar la segunda, Alex conseguía entrar por su banda hasta dentro del área pequeña y anotar rápidamente el 1-4 en el marcador. El equipo rival seguía resistiendo y los pases no conseguían conectar con los delanteros por lo que incidimos en entrar por las bandas y aprovechar el regate y desborde de nuestros extremos. El 1-5 llegó por medio de otro rechace que cayó en la frontal del área y Jesús, recién incorporado, logró conectar un tiro por la mismísima escuadra.
Quedaba un gol, y bastantes minutos para lograrlo, Yusta lo intentaba, pedía el balón y no le llegaba, y cuando lo tenía no era capaz de librarse de la defensa rival. Hasta que mediante un tiro de falta de Andrés el portero no logró atajar y Yusta, el más avispado, arrebata el balón al portero y logra colocar el 1-6 en el marcador. Casi al terminar el partido, el 1-7 llegó de otra jugada de Yusta que tiró escorado y el portero rechazó con tan mala fortuna que acabó dando a un compañero suyo y el balón entró en la red.
"Buen partido de nuestros chicos que supieron imponerse ante un equipo fuerte tirando de casta”, explicó Rodrigo Laureiro al final del encuentro. “Sin duda, gran aprendizaje el que se han llevado los nuestros hoy, puesto que hay diferentes maneras de jugar dependiendo del campo y del rival”, destacó el preparador ripense.