Partido difícil dada la etapa en la que estamos: últimas jornadas, lesiones y estudios de las jugadoras. Aun así, las que pudieron estar, se dejaron la piel en el campo.
Durante la primera parte el equipo estaba fresco y creamos varias ocasiones plantándonos delante de la portería contraria, aunque nos faltaba finalizar las jugadas. Al haber jugadoras que estaban en una posición que no era la suya, muchas estaban nerviosas. Para más inri, no teníamos ningún cambio, con lo que había que aguantar estoicamente todo el encuentro.
El cansancio y la frustración se hicieron insoportables durante la segunda mitad: el partido se complicaba, el rival ampliaba su ventaja en el marcador y las piernas cada vez pesaban más. Aun así, todavía tuvimos alguna ocasión aislada que provocó miedo en el área contraria. Finalmente, el encuentro acabó con un contundente 5-0 a favor de las locales.
“La conclusión que saco se parece más a una reflexión: el equipo tiene que ir siempre unido a todas partes y todas las jugadoras deben dar lo mejor de sí mismas y podremos disfrutar mucho más”, explicó Tamara Arteaga al final del encuentro.