Una primera parte desastrosa marcó el devenir del encuentro, ya que en la segunda no conseguimos darle la vuelta al resultado.
El equipo encaró el encuentro con varias lesiones. El rival, por su lado, nos miraba a los ojos desde el primer momento, puesto que compartimos muchas similitudes a la hora de entender y elaborar el juego. Sin embargo y, contra todo pronóstico, nuestras chicas entraron totalmente desconectadas al partido y sin suerte, mientras que el rival no dudó en sacar partido de nuestro bache marcando cuatro goles antes del descanso.
Hacía falta un cambio de actitud en el segundo tiempo y este llegó. Seguras de nuestro juego, comenzamos a competir, elaborar y combinar disfrutando por primera vez en el partido del fútbol. Las sonrisas comenzaron a intercalarse con los goles y a punto estuvimos de remontar el encuentro, que finalizó en un ajustado 4-3.
“Ha sido una pena que el colegiado no añadiera los minutos correspondientes al partido porque tuviera que arbitrar un encuentro justo después del nuestro”, indicó Tamara Arteaga al final del encuentro.