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  • Raúl Yanci

El estrés infantil en el deporte


El deporte es una herramienta muy importante para el desarrollo de las personas tanto física como mentalmente, pero como toda herramienta hay que saber usarla correctamente para evitar el deterioro de la misma o de la persona en la cual la estemos utilizando. Los jóvenes encuentran dificultades a la hora de crear una identidad propia entre sus compañeros de escuela o relativos y es por eso que pueden encontrar en un deporte o actividad de su agrado, una forma de mejorar habilidades con las cuales la confianza en sí mismo crecerá de la misma manera. Además de eso, si la identidad creada está muy ligada al deporte o actividad que se practica, en el caso de fracaso en el deporte o actividad, el mismo sentimiento de fracaso puede caer en la identidad del joven.

No te preocupes todavía, las buenas noticias son que la gran mayoría de jóvenes que practican deporte competitivo, no padecen en efectos negativos crónicos a largo plazo y además ha sido observado en estudios empíricos que los jóvenes que han practicado deporte competitivo no sufren un estrés excesivo y son capaces de superarlo fácilmente.

Cómo evitar los trastornos psicológicos infantiles

Parte del remedio para lidiar con la montaña rusa de sentimientos que sufren los deportistas, sobre todo los más jóvenes, se centra en hacerles saber que no todos los días son iguales. Algunos días podremos ir con las manos en alto celebrando hazañas y otras se nos será imposible mirar lo que viene por delante, debido al sentimiento de incapacidad. Algunos días por mucho que lo intentes las cosas no salen como quieres y otros días todos sale de maravilla. Pero si cada día lo enfocamos con la misma actitud de superación y dando lo máximo de nosotros, sin importarnos el resultado, cada día de entrenamiento o competición puede ser aceptado como un resultado positivo por haber aprendido algo nuevo o al menos habernos esforzado, otro día lo conseguiremos. La clave está en el énfasis de la importancia del esfuerzo en vez de las victorias, eso debe de ser apoyado tanto por los entrenadores como por los padres/relativos de los deportistas.

Es importante y necesario dar a los jóvenes deportistas oportunidades de sentirse satisfechos incluso cuando el resultado fue negativo. Muchas veces aprendemos más de las derrotas que de las victorias. La perseverancia en los deportistas intentando hacer lo mejor que cada uno puede, sin importarles el resultado final es la clave para el éxito. El éxito viene con participaciones positivas o experiencias en las cuales el deportista las encuentra satisfactorias, y evitar de intentar satisfacer solamente al resto de la gente. De esa manera, si la presión esta en participar sin fallos, la oportunidad de alcanzar su máximo potencial se disipará por la intimidación al fallo, el miedo al fallo y ellos tomarán la medida de echarse atrás y jugar sin riesgos, para evitar la frustración del fallo.

Es natural para todos nosotros el querer que nuestros hijos/jugadores lo hagan bien tanto en el deporte como en la escuela y en la vida en general, pero si los jóvenes a menudo se siente presionados por no fallar o siempre hacerlo bien o incluso perfecto, él/ella sufrirá. Según Johns Hopkins Center para jóvenes con talento, los jugadores deberían enfocarse en metas de aprendizaje en vez de metas competitivas. Por ejemplo, en vez de presionar al deportista para que produzca un excelente/perfecto partido, entrenamiento o incluso un examen, se debería estimular el aprendizaje que hayan obtenido sobre el acontecimiento. Por ejemplo, la necesidad de estudiar más para el próximo examen o irse a dormir antes para estar más descansado. Esto le ayudara no solamente aprender de sus buenas acciones sino de los fallos también, lo cual es más productivo que presionar al deportista para que lo haga siempre bien.

Cómo afecta la presión de los padres en los jóvenes

Según el departamento de educación de “Northern Illinois University”, el auto estima y la confianza de los jóvenes puede ser reducida si una presión demasiado grande recae sobre ellos. Podría darse el caso de que abandonen el deporte y convertirse en una persona hosca, lo cual podría conllevar a sentir falta de satisfacción cuando sea mayor. Es más, demasiada presión podría hacer a los jóvenes dudar de su propia inteligencia y sus habilidades, las cuales reducirían las ganas y el enfoque de aprendizaje y crecimiento. Además físicamente también podrían ser afectados. Demasiada presión podría inducir a los jóvenes deportistas a dormir menos por las demandas, eso influiría en su forma de ser, la forma de ver su alrededor y en nivel de tolerancia antes de enfadarse.

Este artículo se lo quiero dedicar y con ello todo el mundo dar un gran aplauso y reconocimiento a todos esos padres y entrenadores que dan parte o toda su vida para nutrir y hacer a esos chavales que disfruten aprendiendo. Pero recordad... es para que ellos disfruten aprendiendo.

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