Segundo partido de liga del equipo Juvenil, primer partido en casa y un banquillo lleno de nuevos jugadores.
Aun con nuevos jugadores el equipo casi al completo, solo faltaron Pablo y Marco por previas lesiones y encontrarse en pleno período de recuperación. Comenzamos un partido muy disputado con ocasiones en ambas porterías, puesto que los dos equipos apostaron por el ataque, presionar la salida del balón y juego directo.
En la primera parte, ambos equipos tuvieron sus ocasiones y una de esas fue aprovechada por el Coslada: una pérdida en el centro del campo acabó en un pase entre líneas de la defensa, el cual aprovechó el atacante rival quedándose uno contra el portero. Numerosos desajustes en las marcas de ambos conjuntos hacían que las ocasiones fueran claras y variadas, aunque los porteros estuvieron acertados.
En la segunda parte ajustamos aspectos tácticos pero no conseguimos engancharse al partido, pasando por momentos de desesperación por parte de los jugadores que lo intentaban una y otra vez sin conseguir el ansiado gol. No obstante, el equipo rival supo aprovechar el despeje de un córner y tras un desbarajuste en el área, incrustaron el balón en nuestras redes. No dejamos de atacar, algo que debemos de tener en mente siempre en cada partido, pues todos los jugadores trabajaron hasta el último aliento, pero esta vez sin recompensa. El último castigo lo recibimos de falta directa.
“Esta semana el esfuerzo no fue suficiente, ya que el engranaje del equipo no funcionó, pero es en estos momentos difíciles cuando se ve si un equipo está unido y si pudierais sentir el sentimiento del equipo no dudamos ni un instante en esta unión”, explicó Raúl Yanci al final del encuentro. “El tiempo es oro, así que tenemos que aprovecharlo para continuar definiendo al equipo y llegar lo mejor posible al próximo partido”, concluyó de forma optimista el nuevo preparador ripense.