Primer partido de liga en el que lo mejor fueron los tres puntos conseguidos ante un rival con muchísima intensidad y que mereció algo más.
El partido comenzó y el equipo no salió concentrado y un tanto nervioso, lo que provocó que el equipo rival tuviera más intensidad y presencia en el campo. Hugo nos salvó con buenas intervenciones del tanto inicial en contra.
Llegado el minuto diez de partido cambiamos el chip y recuperamos nuestra identidad, dominamos la posesión del balón y creamos varias ocasiones: primero fue Yusta y después Marquitos los que inauguraron el marcador, 0-2. Sin embargo, solo fueron diez minutos de buen juego, ya que en los últimos diez volvimos a la tónica inicial.
Hablamos en el vestuario sobre la mucha intensidad que nos faltaba y la poca presencia y precisión que estábamos teniendo en el campo. Cuando parecía que las consignas estaban claras, comenzó la segunda parte incluso con peores perspectivas: seguíamos sin intensidad y éramos incapaces de salir con el balón jugado.
El equipo rival apretó muchísimo y creaba ocasiones de peligro, incluso llegando a recortar distancias por medio de un penalti que pudimos evitar y más tarde se encargó de empatar el partido. Cuando parecía que el equipo rival seguiría apretando por el transcurso que estaba teniendo el partido, pareció dar un pasito atrás, algo que nos hizo respirar aunque no mejorar. Cuando quedaban tres minutos para acabar el encuentro, Yusta recogió un rechace peleado por Adrián en tres cuartos de campo, se deshizo con un autopase de su marcador, y puso el 2-3 final para nuestra alegría.
“Lo único positivo del encuentro son los tres puntos, puesto que el equipo jugó bien solo diez minutos de sesenta y hemos obtenido demasiada recompensa”, comentó Sergio Román al final del partido. “Tenemos que cambiar la actitud, ya que la temporada es muy larga y sino lo hacemos sufriremos demasiado”, explicó.