El equipo juvenil realizó una buena primera parte, aunque bajó la intensidad notablemente en la segunda mitad. No obstante, el equipo afrontó el encuentro bastante mermado de efectivos.
Los primeros diez minutos de la primera parte fueron del equipo local, no porque saliéramos mal, si no, porque ellos salieron con mucha intensidad y nos hicieron mucho daño por la banda derecha debido a las continuas subidas de su lateral. A partir del minuto diez las cosas cambiaron, el equipo estuvo mejor plantado en el campo y gozamos de muchas oportunidades que no conseguimos materializar. Por el contrario, ellos sí que se lograron adelantar en el marcador. A falta de dos minutos para el final de la primera, logramos conseguir el empate a uno y así nos fuimos al descanso.
En la segunda parte todo dio un extraño vuelco: nada más empezar la segunda parte, un jugador de ellos acaba lesionado y se detiene el juego durante más o menos 4 minutos. Este hecho, a prior aislado y sin repercusión, nos dejó desconcertados y nos sacó del partido completamente. Nada más reanudarse el partido, encajamos el 2-1 y, a partir de ahí, el equipo se dejó llevar y en ese momento vio la diferencia que existe en la clasificación.
“Me quedo con el trabajo y el juego del equipo en la primera parte que fue bastante bueno, ya que la segunda parte nos sobró completamente”, comentó Javier Rodríguez al final del encuentro.