Prueba de nivel ante un rival de segundo año y ante el cual el equipo compitió de principio a fin y fue capaz de recoger una merecida recompensa.
Nuestro Alevín afrontaba su tercer partido de pretemporada con solo una baja por lesión (Marquitos), y ante un rival de segundo año, de gran corpulencia y nivel físico. Sin embargo, el equipo compitió de principio a fin y no dio muestras de que esa inferioridad influyera en ningún momento.
La primera parte el equipo rival llevó el dominio del juego y nuestros chicos trabajaron bien en las basculaciones y en el trabajo defensivo en bloque y, aunque el resultado fue de 0-2 al descanso, los goles fueron encajados en dos jugadas desafortunadas que no supimos solventar con seriedad como en las demás acciones que sucedieron durante el partido.
En el descanso, el entrenador, Sergio Román, explico a los chicos en la charla técnica que tenían que jugar sin miedo y que sabían jugar mucho mejor al fútbol de lo que estaban demostrando cuando recuperaban el balón. Dicho y hecho. La segunda parte se jugó en campo rival, dominio de la posesión y triangulaciones constantes, sin miedo y con ilusión.
El 1-2 fue obra de Andrés (tercer gol en tres partidos). Después Yusta hizo el empate tras recoger un rechace del portero y finalizarlo con agilidad y, por último, y tras una preciosa jugada de equipo, Alex empujó a la red con la cabeza un gran centro para poner el 3-2 definitivo y firmar otra remontada más épica aun que las anteriores.
“Estoy contento con la actitud del equipo, siguen sorprendiéndome cada día, y me quedo con las buenas basculaciones en la primera parte y, sobre todo, con la gran segunda parte que hicieron, demostraron mucho coraje y seriedad, aunque sigo recalcando que todavía tenemos que mejorar mucho el posicionamiento en el campo y la compensación de las líneas”, concluyó un sonriente Sergio Román al final del encuentro.