El juvenil dirigido por Julián Merino pierde contra el Boca Juniors en un partido en el que el aire fue el gran protagonista
Partido muy igualado el que disputó La Meca de Rivas en Arganda ante el Boca Juniors. En un campo muy estrecho y donde el aire no paraba de azotar, los de Merino no pudieron alzarse con la victoria y fueron remontados a falta de diez minutos.
El choque fue un duelo de poder a poder, a ambos equipos les molestaba el fuerte viento y estaban muy nivelados. En la primera parte el domino fue de los juveniles azulones. Los de La Meca tenían el balón, y cuando lo perdían no tardaban en recuperarlo con una sensacional presión. Las ocasiones no llegaban por parte de ningún bando, en la primera mitad tan sólo un tiro de Alberto desde la frontal que se estrelló en larguero metió el miedo en el cuerpo a los argandeños y despertaba a los espectadores. En tablas y sin goles llegamos al ecuador del encuentro.
Comienza el segundo periodo y La Meca tiene el viento en contra. Boca Juniors aprovecha esta situación adversa y mete un delantero más. Salieron con más intensidad y a través de balones largos a la espalda de los zagueros ripenses llegaron las mejores ocasiones del rival. De manera formidable Rodrigo salvó los muebles de su equipo con dos atajadas dignas de destacar. Cuando mejor estaba el equipo local y más estaba sufirendo La Meca, una contra perfectamente ejecutada acaba en los pies de Alberto que anota el primer tanto. A partir del gol el partido fue un toma y daca. Los locales presionaban todavía más y La Meca intentaba conservar el resultado y quitarse duramente la pelota de encima, pero los despejes, a causa del viento, no llegaban muy lejos. En el minuto 78, con mucha fortuna, llega el primer gol de los de Arganda. Un despeje desde la banda coge adelantado a Rodrigo que, con la inestimable ayuda del aire, encaja el empate.
Los locales, espoleados por el gol, intentan presionar cada vez más, llegando a poner hasta 4 delanteros y perdiendo criterio posicional. De tal forma, que en el minuto 88,un saque del portero en largo, aprovechando nuevamente el aire, salta nuestra defensa con el delantero para cortar la dirección del esférico y con tan mala suerte que la pelota sale despejada hacia la banda y, cogiendo la espalda a Reina, consiguen materializar el 2-1 que dilapidó las esperanzas de sacar algo positivo al esfuerzo y buen trabajo de los chavales.